domingo, 7 de junio de 2015

PPajarracos desPPechados

     El saber y la razón hablan, la ignorancia y el error gritan - Arturo Graf

     Dos semanas después de las elecciones y en plena semana de pactos, Mariano se ha sentido engañado por Pedro y todo por culpa de Pablo, pero aún así, no ha dudado en intentar consolarse con Albert. Para Mariano, el problema de Albert es que es mucho más exigente de lo que hasta ahora habían sido los compañeros de Pedro y claro, Mariano y su banda distan mucho de estar a la altura de los nuevos, Pablo y Albert y dadas las circunstancias, parece que también de Pedro, algo que ha airado al presidente hasta el punto de acusar a todos de ningunear a sus gaviotas e incluso ha llegado a tachar a los de Pedro de radicales por echarse en los brazos de los de Pablo. El desPPechado Mariano, olvida que, en tiempos difíciles, parece que podrá contar con la incondicional Susana en Andalucía.
 
 
     Todo el anterior folletín ha sido incorporado al habitual y deplorable argumentario del PP, lo que ha convertido las declaraciones de los de Génova en un rosario de descalificaciones a todos los que, legítimamente y desde las candidaturas progresistas, buscan pactos que conformen cambios en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, intentando hacer valer eso de que son la lista más votada. Que si comunistas, que si radicales, que si sectarios... El pseudoPPeriodista ultra Eduardo Inda, ha llegado a tachar a la gente de Podemos de etarras por no oponerse en Pamplona a que el alcalde sea de Bildu y una patética, a la par que ridícula, Ana Palacio, ministra de muy triste recuerdo, deslizó la idea de que Ada Colau, Carmena y las demás candidaturas ciudadanas podían compararse con ISIS. La propia ViceSoraya, no sé si como Vicepresidenta de todos o como pepera relevante, se mostró muy preocupada por los pactos que apartarán al PP del poder, preocupación convenientemente compartida por la ex-PPresi manchega Mª CosPPi, la presunta corruPPta Barberá o el amigo de los narcos Feijoo. Rajoy, ese presidente que nunca nos merecimos pero la crisis nos trajo, se ha reunido en Moncloa con Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero se niega a recibir a Pablo Iglesias. Lamentable para nuestra ya deteriorada democracia, pues si los ha recibido como PPresi genovés, debería haberlo hecho en la séptima planta de su nido de ratas y si sus contactos con ambos líderes tiene que ver con su cargo de Primer Ministro, está obligado a recibir también a Iglesias como líder del tercer partido de España.
 
   Una vez más, los dirigentes de la secta de la gaviota demuestran que son demócratas de boquilla, pero con un alma anclada en el franquismo, dado que no se han enterado de que la lista más votada es aquella que es capaz de conformar una mayoría suficiente para formar gobierno y ese no es el caso del PP. Pero que no se preocupe Rajoy, los de Albert no les serán del todo esquivos.

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