domingo, 14 de junio de 2015

EsPPaña: menos azul y más decente

     Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de sus gobernantes pide una reflexión profunda - Joseph Joubert

     A pesar de que Rajoy y sus ridículos colaboradores siguen insultando en tweets, comparecencias y entrevistas a los votantes españoles, estos hablaron el 24 de mayo y ayer se consumó su mandato. Centenares de alcaldes y concejales progresistas conformaron gobiernos este sábado en virtud de unos pactos en los que, muchos millones de españoles, hemos puesto nuestras esperanzas para los próximos cuatro años. Madrid, Barcelona, Zamora, Oviedo, Valencia, Ciudad Real, Cádiz, A Coruña, Valladolid, Santiago, etc., son ciudades donde la gente se ha echado a las calles a celebrar el desalojo del poder de un PP que había secuestrado sus ayuntamientos en beneficio propio y ven con esperanza el que las izquierdas se hayan entendido para devolver la decencia perdida a sus consistorios.

 
     Toda esta explosión de júbilo no ha gustado nada a los dirigentes de la gaviota, que sufren una indigestión de democracia. Por su reacción en su comunicado del viernes contra el PSOE y por el tweet que algún colaborador de Rajoy ha enviado hoy en su nombre, en "casa PP" pensaban que en el último minuto gobernarían con la ayuda de otros, como ocurrió ayer en Almería. Esperaban que las candidaturas ciudadanas no se entendieran con el viejo PSOE, dejando vía libre a sus PPajarrac@s locales, algo que les habría servido para seguir desviando euros de proyectos municipales a sus sedes y comisiones paralegales a sus dirigentes en Génova 13. Es mucho el dinero que el PP dejará de manejar al perder tanto poder municipal, dinero que malgastaban en campañas institucionales estúpidas para fidelizar votos, mientras muchos de sus convecinos tenían extraordinarias dificultades para cubrir necesidades básicas. Adjudicaciones arbitrarias, peperos sin oficio ni beneficio contratados como asesores de nada, privatizaciones de servicios públicos o alcaldes-diputados pasarán a mejor vida con las nuevas políticas. Por primera vez, en la mayoría de pueblos y ciudades, el primer pleno municipal de la legislatura no será para fijar los sueldos al alza y sí para iniciar el rescate de muchos ciudadanos a los que la crisis y el PP han dejado al borde de la marginalidad. Los nuevos ediles prometen acabar con la corrupción en los municipios y auditar las cuentas públicas para valorar la magnitud del saqueo que hemos sufrido.

     Con todo lo anterior, el miedo entre las gaviotas va "in crescendo". Además, incompetentes de la talla de Rajoy, Mari CosPPi, Floriano o Arenas están doblemente asustados. ¿Y si los nuevos lo hacen bien...? El tiempo de los PPajarracos se acaba y con ellos acabarán cuatro años de traición  y abusos a los españoles.

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