domingo, 5 de agosto de 2012

Un PProgre muy de derechas

     Dado que esta semana no ha habido grandes sobresaltos, salvo los derivados de la necedad de Rajoy y para despedirme hasta septiembre, he decidido dedicar un monográfico a un PPajarraco que nos ha engañado a muchos durante años, y cuyo ramalazo fascista, ha aflorado en los últimos meses y ¡de qué manera!.


     Se trata del antes progre y ahora ultra, Alberto Ruíz Gallardón, el eterno aspirante del PP, hijo de José Mª Ruíz Gallardón, político franquista y posterior diputado de AP. Alberto estudió derecho, como no, en la universidad ultracatólica San Pablo CEU y a pesar de aprobar la oposición de fiscal, solo sirvió en la Audiencia de Málaga unos meses, pues muy pronto entró en política y desde entonces vive a costa nuestra.

     Como PPresidente de la Comunidad de Madrid, Albertito comenzó a forjar su imagen de PProgre. Dialogante con los sindicatos, pronto introdujo las treinta y cinco horas en la administración regional. Tomó medidas como la creación de las narcosalas, apoyó las fiestas del orgullo gay y llegó a hacer guiños a las prostitutas. Todas estas políticas, levantaban ampollas en la secta de la gaviota, pero aún así, el innombrable le propuso presentarse a alcalde, eso sí, con su mujer, la Botella, como número dos.

     Como alcalde, acrecentó su megalomanía. Soterramiento de la M-30, dos fallidas aventuras olímpicas y el traslado del Ayuntamiento al antiguo edificio de Correos, entre otras. Todo ello llevó al Ayuntamiento a tener una deuda insostenible, que ahora, en plena crisis, se traduce en recortes de servicios a los ciudadanos, paro para muchos empleados municipales y, tras el nombramiento de Gallardón como ministro, una indeseable alcaldesa, facha, ultracatólica y muy desafortunada en sus discursos, en los que tira de la herencia de ZP, sin decir ni pío de la herencia de Gallardón. También en su periodo de alcalde, Alberto nos ha dejado grandes tardes de gloria por sus enfrentamientos con su archienemiga, la lideresa Aguirre. Ambos, llenos de ambición, se han peleado abiertamente, dejándonos divertidos episodios que hasta ahora siempre ganaba la Aguirre.

     El pasado 21 de diciembre, Albertito fue nombrado ministro de justicia, algo que en apariencia colmaba sus aspiraciones. Pero él, que siempre está dispuesto a ser el muerto en el entierro, de vez en cuando aparece en el Congreso para ocupar el papel protagonista y de paso desviar la atención de la desastrosa gestión económica del gobierno al que pertenece. Ya hace meses, cuando anunció cambios en la Ley del Aborto argumentando la violencia que sufrían algunas mujeres cuando decidían ser madres y anunciando su disposición a ayudarlas, una diputada del PSOE le espetó una frase que pasará a la historia parlamentaria y que dicho sea de paso, el eterno niño pepero se tenía merecida "ni una mujer es menos mujer por no ser madre, ni un hombre más inteligente por ser ministro". Con sólo una frase, Gallardón recibió un buen revolcón que no le gustó en absoluto. Y sobre este tema calló hasta hace un par de semanas, cuando nos anunció que en otoño tendremos nueva ley del aborto. Con exiguos detalles hemos sabido que no sólo se derogará la ley de plazos de ZP, sino que Gallardón pretende restringir también la ley de supuestos de Felipe González, quitando el de violación y el de malformaciones del feto. Este último ha sido el más cacareado, pues el propio ministro se basa para eliminarlo en la igualdad de todos los españoles, agarrándose a la figura del "concebido pero no nacido". A su vez recurre a una convención de la anacrónica e inservible ONU. Con las mismas a Gallardón le sale su lado nazi, pues se muestra de acuerdo con la esterilización de los disminuidos psíquicos. Recordemos que éste fue el paso previo en el Tercer Reich para el posterior exterminio de estos disminuidos en la cámaras de gas.



     Al margen de la gran polémica sobre el aborto, este pajarraco nos ha dejado grandes momentos, como fue el apoyo al ultra fascista católico y supuesto corrupto juez Dívar, que le ha valido la desaprobación de todas las asociaciones de jueces, incluídas las conservadoras, convirtiendo al ministro en el hazmerreir de la judicatura. Otra muestra de la sangre fascista que corre por sus venas ha sido la renovación por parte de Gallardón del marquesado que el caudillo concedió al general Queipo de Llano como pago a sus abominables crímenes de guerra y al exterminio de republicanos. Con ésto, Alberto Ruíz Fascistón, se ha retratado. No en vano es hijo del régimen y además yerno, pues está casado con una vástaga de José Utrera Molina, ministro durante la dictadura y gran defensor del régimen, del que llegó a decir que no fue para nada autoritario, ante la ridícula sonrisa de Albertito.

     Y como siempre, llegan mis preguntas, hoy dedicadas al que hasta hace poco parecía un adalid de la izquierda dentro del PP, denostado por los suyos y objeto de escarnio del facherío mediático y al que a fecha de hoy, dichos medios, así como los radicales de toda la ultraderecha europea, junto al OPUS y la Legión de Cristo, le deben estar haciendo la ola:

- Teniendo en cuenta la capacidad de comunicación que siempre ha derrochado este fachilla oculto, ¿tiene él algo que ver con el desembarco en TVE de los fascistas de Telemadrid, que ha supuesto el fulminante cese de Xabi Fortes, de La Noche en 24 Horas, o Ana Pastor de Los Desayunos, grandes periodistas para la mayoría, pero peligrosos izquierdistas para los de Génova? ¿Quizá su denuncia contra Jiménez Losantos fue uno más de sus numeritos de PProgre agraviado?

- ¿Por qué tanta defensa ahora de unos disminuidos a los que sus compañeros de gobierno empujan al ostracismo con la aniquilación de la Ley de Dependencia? Una vez nacidos, ¿qué ayuda recibirán de los pajarracos? ¿Nos quiere llevar Alberto, junto con la absurda y despreciable Iglesia católica, a eso de "es la voluntad de Dios"? ¿Qué explicación tiene este imbécil para las mujeres que tengan que cargar con el fruto de una violación?

- Dado que Rajoy se tambalea, ¿se está posicionando Gallardón en la lucha por la sucesión que ya disputan Vicesoraya y la arpía de la peineta? ¿Qué cartas esconde Albertito tras sus cejas para disputar la batalla por el trono?

     Desde luego Franco, desde el infierno, si existe, puede estar bien orgulloso del ahora ministro de justicia, pues como decía Don José María, padre de Gallardón: "¡conservador yo!, tenías que conocer a mi hijo Alberto, ¡ese sí que es derechas!"

LOS ERES DE LA NUEVA ERA

    La empresa logroñesa Alba Rubio, dedicada a la fabricación de muebles, ha presentado en julio un ERE que afecta a sus 53 trabajadores y supone el cese de su actividad. A dichos trabajadores se les va a aplicar en toda su extensión la reforma laboral pepera, con el agravante de que les deben varias nóminas, por lo que los empleados piensan que la empresa no va a acceder a pagar facilmente las indemnizaciones. ¡A la puta calle con una mano delante y otra detrás!