domingo, 8 de mayo de 2016

Ramalazos dictatoriales

     La perversión del léxico político no es un vicio, es un procedimiento - Félix Ovejero

     Sólo haría falta rascar un poco en la filiación de alguno de los que hoy dirigen el país, para entender el porqué de la persecución que sufren periodistas, activistas y dirigentes de una izquierda cada vez más cercana al poder y que amenaza seriamente los privilegios de esos otros voceros, palmeros y politicuchos que nos parasitan desde hace décadas. Un José A. Álvarez Gundín aquí, un Eduardo Inda allá, una fiscal entregada a la "obra", un ex-policía franquista reconvertido en juez de titiriteros, etc, etc. Con todos estos personajes, un buen relato y un puñadito de pruebas falsificadas presuntamente desde el ministerio del ángel Marcelo, los PPajarracos pretenden neutralizar a Podemos y sus podemitas con el fin de mantener lo acordado al final del franquismo: alternancia en el poder de populares y progres moderados, todo aderezado con un reducido grupo de comunistas gritones y de vez en cuando, la intervención de un partido bisagra que lo mismo vale para un roto que para un descosido. Si para mantener el status quo hay que mentir, se miente.



     Desde que el infame Cosidó relacionara a Podemos con ETA, hemos asistido a un nuevo rosario de despropósitos nada democráticos para evitar el crecimiento del partido morado. Cosidó, no sólo no se disculpó, sino que se ratificó en su grave ataque a los de Iglesias con una chulería más propia de un comisario de la político-social franquista, que de un dirigente de una policía democrática. Creíamos que ya nada nos sorprendería tras el exceso de Cosidó, cuando saltó a los medios el escrito por el que la fiscal del caso contra Rita Maestre se opone al recurso de la portavoz de Ahora Madrid. Dicho escrito es una retahíla de insultos contra las mujeres de cualquier condición para justificar la acusación contra Maestre. Muy magnánima, la fiscal reconoce el derecho de las "señoritas" a ser putas y bolleras, pero lejos de los lugares sagrados, dado que lo contrario incurre en delito contra los sentimientos religiosos. Pero señora fiscal, ¿quién me protege a mí y al resto de ateos, agnósticos o descreídos de los delitos contra los sentimientos laicos que un día sí y otro también cometen curas, obispos y gente como usted? NADIE, pues en este país no se protege el laicismo, a pesar de lo que dice la Constitución, pero sí se sigue protegiendo a los católicos con fiscales como ésta que utilizan delitos tipificados durante el franquismo para atacar y reprimir las protestas.

     Lo último de la semana es un poco más chusco. Eduardo Inda, en su panfleto OK Diario, publicaba documentos según él verificados por la policía, que probaban que Pablo Iglesias cobró del Ministerio de Economía y Finanzas  de Venezuela 272.000 € a través del Euro Pacific Bank de San Vicente y Granadinas, conocido paraíso fiscal. Pues bien, todo parece indicar que ahora sí, el televisivo Inda se va a comer un buen marrón. Todo parece ser un nuevo "corta-pega" para atacar al líder de Podemos y como en el Supremo ya no les hacen ni puto caso, han utilizado al típico tonto útil. En primer lugar Iglesias lo ha negado y anuncia querella contra Inda y su medio. El banco en cuestión también lo niega y anuncia posibles denuncias contra el diario. Por último, el Gobierno venezolano lo desmiente y es más, jamás existió en el país caribeño un ministerio de economía y finanzas. Esta vez parece que Inda pagará caro sus excesos por su visceral odio de fachilla con aspiraciones a Podemos.

     Como veis la guerra sucia contra la izquierda de España sigue y no se escatiman medios desde el gobierno. No es extraño que con tanto informe falso, pruebas manipuladas y presiones a jueces, los sindicatos policiales teman por su credibilidad. Si todo esto no son reminiscencias franquistas, que venga el dios de la fiscal y lo vea.

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