Superadas las elecciones europeas y la amarga digestión de los resultados a pesar de su victoria, los PPajarracos vuelven a su estado natural. Arrogantes, prepotentes y utilizando su mayoría de forma dictatorial, los peperos retoman esas pequeñas cosillas que no querían ni mencionar en campaña por su impopularidad, pero que ahora vuelven a la agenda genovesa tras los comicios, ignorando por completo el veredicto de unas urnas que comienzan a dar la espalda a los dos grandes partidos.
La Ley mordaza, la Ley que casi prohibirá el aborto en España, las prospecciones petrolíferas en Canarias y Baleares o la posibilidad de nuevos recortes para cumplir con el FMI, son algunas de esas cosillas con las que el PP va a torturar al pueblo español durante el próximo año y medio. Algunas irán por vía urgente, como la del aborto y para ello, los de la gaviota están dispuestos a saltarse a instituciones como el Consejo de Estado. Para ellos es mejor ningunear organismos democráticos, que arriesgarse a un varapalo que pudiera poner en entredicho sus reaccionarios planes.
En cuanto a su apuesta por el petróleo por encima de las renovables, no han dejado pasar ni una semana desde las elecciones. El gobierno del PPájaro bobo ha decidido retirar todas las ayudas para energías renovables, a la par que, ellos mismos, emiten un informe favorable de impacto ambiental para que la pepera REPSOL pueda buscar petróleo en las Islas Canarias, a tan solo 11 kilómetros de una reserva natural. Supongo que muchos ciudadanos y políticos del mundo occidental, se pellizcarán para ver si están soñando, pero no, los de la derecha española son así. Mientras en todo el mundo civilizado se apuesta por la energía verde, en esta EsPPaña que nos ha tocado vivir, unos políticos que jamás debieron gobernar deciden seguir haciendo el juego a las grandes empresas, a buen seguro para asegurarse un puesto en algún consejo de administración, una vez que los españoles les demos una merecida patada.
Para paliar un futuro fracaso electoral, hoy mismo, Rajoy ha presentado su particular "Plan-E". Aunque por supuesto jamás le llamará así, viene a ser lo mismo que en su día intentó Zapatero y que ellos tanto criticaron. Una ingente cantidad de dinero que gastarán comunidades y Ayuntamientos en planes de empleo y emprendedores y que no van a cambiar sustancialmente la cruda realidad del PParo. Mucha propaganda y pocos resultados para intentar engañar a algún votante despistado de aquí a las autonómicas, municipales y las que más importan a Mariano, las generales.
¡Y luego se preguntan por qué el electorado español se escora cada vez más a la izquierda!
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