domingo, 15 de junio de 2014

Los nuevos PPresos PPolíticos

     Serafín Rodríguez y Carlos Rivas, trabajadores del sector del transporte en Galicia, se encuentran a la espera de un indulto tras ser condenados a tres años de prisión por participar en un piquete. Los hechos se remontan a 2008. Mientras se negociaba el convenio colectivo del transporte, Carlos y Serafín se encontraban en la empresa interesándose por la marcha de la negociación, cuando un grupo de trabajadores que no secundaban la huelga convocada intentaron entrar con sus camiones. La reunión se transformó en un enfrentamiento entre huelguistas y camioneros que querían entrar. Estos últimos tuvieron que bajarse de sus vehículos ante el lanzamiento de piedras y otros objetos. Cuando llegó la policía, les identificó y semanas después recibieron las notificaciones de imputación por daños y contra los derechos de los trabajadores. En mayo de 2011 recibieron la sentencia, que posteriormente fue ratificada por el TSJ de Galicia. Ahora se encuentran a la espera de entrar en prisión mientras sus familias, acuciadas por la situación, han enviado una petición de indulto al gobierno.
 
 
     Carlos, 25 años y a punto de acabar la carrera de medicina y Carmen, trabajadora en PParo, 56 años y con un hijo de 18, serán encarcelados de forma inminente tras ser identificados por la PPolicía del régimen mientras participaban en un piquete informativo del 15M durante la huelga general del 29 de marzo de 2012. En aquel piquete participaron más de 200 personas, pero como escarmiento, solo tres acabaron en el banquillo. En el juicio, sólo Carlos y Carmen fueron condenados, pues el tercer acusado fue absuelto. La condena no solo les llevará a la cárcel. En el caso de Carlos le inhabilita para acceder al MIR. Ambos, en una dura condena, son tratados como delincuentes y a pesar de que la fiscalía sólo pedía un año de prisión, el juez les impuso tres y una multa de 3655 €, más las costas del proceso. La única prueba presentada contra ellos es el testimonio de la propietaria del bar de copas que pretendían cerrar. Los jueces y el gobierno han hecho caso omiso al clamor popular, que pide que ni Carlos ni Carmen entren en prisión.
 
     Tamara y Ana, de nuevo dos gallegas, condenadas a tres años de cárcel por protestar. Los hechos ocurrieron en 2010, cuando un grupo de trabajadores del complejo deportivo de Pontemuiños en Pontevedra, protestaban y lanzaron pintura al agua de la piscina. En este caso, ni Ana ni Tamara fueron identificadas por policía alguno. Sin embargo, la sentencia se basa en el reconocimiento que alguien de la empresa hace de ellas, pues una de las dos, trabajó en esas instalaciones. La propia acusación dejaba claro que nadie vio a Ana o Tamara lanzar pintura a la piscina y los trabajadores del centro han asegurado que siguieron trabajando sin ser coaccionados en ningún caso. Se da la circunstancia que Tamara está embarazada de tres meses, algo que no le importa ni al juez, que pide el ingreso inmediato en prisión, ni a este gobierno que prostituye todos los días lo que ellos llaman "derecho a la vida" o "defensa de la familia". HiPPócritas.
 
     Ricardo Pagès y tres directivos más de Caixa Penedès, no pisarán la cárcel, a pesar de haber robado 31 millones de euros de la entidad y devolver 28.
 
     Pedro Hernández. Mateo, ex-alcalde de Torrevieja y Jaume Matas, ex-PPresi de Baleares y ex-ministro de Aznar, tienen las penas suspendidas hasta que SU gobierno decida sobre sus indultos, a pesar de haber sido condenados por gravísimos delitos de corrupción.
 
     Rafael Blasco, ex muchas cosas entre los PPajarracos valencianos, condenado a 8 años por ROBAR millones de euros destinados a los más pobres del mundo, elude la prisión pagando 200.000 €.
 
     Hoy mismo se ha conocido que a Manuel Arbesú González, guardia civil inhabilitado para su empleo y el ejercicio de cargo público por no impedir y además grabar una agresión sexual mientras se reía, Fachardón le ha indultado.
 
     ¿Es esta EsPPaña un país democrático con una justicia igual para todos...? Ni en la peor de nuestras pesadillas hubiéramos imaginado un país así.

2 comentarios:

  1. Son repugnantes... Pero más repugnantes son aquellos que les dieron su voto y nos condenaron a todos a sufrirlos.
    Salud!

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    1. Sino repugnantes, si unos irresPPonsables cuanto menos. Algunos incluso, acuciados por la situación, les votarían con buena voluntad, pero para la próxima, que lo piensen mejor. Los votos también los carga el diablo.

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