domingo, 4 de noviembre de 2012

Yo pago, tú pagas, él paga...

     Cuando hace un año los pajarracos, seguros de su victoria, se mostraban en posesión de la verdad, seguro que éramos la envidia de griegos, portugueses e incluso italianos. Un año después, en esos países, mientras nos observan se sentirán aliviados por aquello de "mal de muchos, consuelo de...". La crisis y las exigencias merkelianas nos están igualando a todos los pueblos del sur de Europa. Recortes, incrementos de impuestos y más recortes.
 
 
     Un informe de una importante entidad financiera revelaba esta semana que los españoles somos los cuartos ciudadanos europeos que más impuestos pagamos tras belgas, daneses y suecos, pero que también somos los que menos servicios recibimos. Las subidas de IRPF e IVA están basadas, según los pajarracos, en la necesidad de recaudar más para mantener los servicios públicos, aunque en realidad sea para pagar la deuda. El problema es que esos servicios, al sufrir los recortes peperos, carecen ya de la calidad mínima exigible, como paso previo a la privatización, para poder responder así a su ideología neocón.
 
     El problema no son en sí los impuestos, a pesar de que las grandes fortunas siguen sin pagar lo que les correspondería. El problema real empiezan a ser las tasas que nos están imponiendo por casi todo, lo que hace que tengamos que volver a pagar aquellos servicios que previamente ya hemos pagado.
 
     Ya se habló mucho en su día del repago sanitario, al que en Cataluña se sumó el euro por receta que tanto criticaron los de la secta de la gaviota. Pues bien, esta semana, el bufón de Aguirre, presunto gürteliano y sustituto de Esperanziña en la presidencia de la comunidad, ha anunciado su euro por receta para todos los madrileños, además de la casi total privatización de los hospitales madrileños o una tasa de seis a sesenta euros por las ambulancias. Este hijo de la gran gaviota sumará, al igual que en Cataluña este nuevo repago farmacéutico al que ya impuso la Mato y para ello se escuda en una supuesta acumulación de medicamentos por parte de algunos.
 
     También en Cospilandia el gobierno de la arpía de la peineta pretende machacar a los cospilandeses a base de nuevas tasas. Veinticinco euros por renovar el permiso de residencia, hasta doscientos euros por ser evaluados como padres para adoptar niños extranjeros, cuarenta euros por revisar en grado de dependencia o entre veinticinco y noventa euros a los dueños de viviendas de protección oficial por cambiar la titularidad, por ejemplo, por haberse divorciado. El gobierno de Mari Cospi se ha inventado hasta 320 nuevas tasas para otros tantos trámites administrativos, dificultando así la vida de los ya hasta los huevos castellano-manchegos, que llevamos año y medio sufriendo los continuos recortes del gobierno de la arpía.
 
     Como hemos visto en estos dos ejemplos, hay un incremento considerable de impuestos y tasas autonómicos. Pero por si en alguna comunidad tienen un gobierno más comprensivo, el gobierno del pájaro bobo, desde Moncloa, sigue sacándose nuevas tasas para todos los españoles de debajo del ala. El antes progre y ahora ultra Gallardón, se ha descolgado con su reforma judicial, en la que se incluyen más tasas. Este nuevo copago va, desde 150 euros por reclamar judicialmente una multa de 100 euros, hasta una tasa de 2.350 euros por recurrir algún acto del gobierno. En algunos casos, Albertito ha elevado las cuantías de los costos judiciales en un 150%, con un claro afán recaudatorio que no gusta ni a los jueces y que, ni mucho menos, garantiza un mejor funcionamiento del sistema judicial. Eso sí, se consigue, como con todo lo demás, un servicio público para ricos, propio del sistema caciquil que tanto gusta en el partido patraña.
 
     Y entre tanto pago injusto que dejan a la mayoría de los ciudadanos fuera de ese sistema del que los pajarracos se están aprovechando, se me ocurren varias preguntas:
 
- Dado el clientelismo habitual que existe entre la gente de derechas, ¿pagarán los pajarracos y familiares tasas, recetas, etc., o utilizarán sus cargos recurriendo a la intimidatoria frase "usted no sabe con quién está hablando"? Algunos se escudan en motivos de seguridad para aparcar donde quieren y de hecho, los diputados, disfrutan de partidas específicas para abonar multas. Otros, como la Botella, utilizan sus coches oficiales hasta para ir a la "pelu".
 
- Viendo la inquina con la que Cospedal nos está tratando a los ciudadanos de Cospilandia, ¿cuánto tardará en imponernos a los manchegos su euro por receta? ¿Nos está castigando por haber sido unos ciudadanos díscolos que durante treinta años hemos votado por la izquierda? ¿O simplemente ha adoptado el papel de algún ente maligno para agasajarnos con un Halloween cospilandés?
 
 
- Por mucho que el gobierno genovés recalque la importancia de la justicia universal y gratuita, ¿qué nivel de ingresos hay que tener para acceder a esa gratuidad? ¿Cuántos españolitos de a pie tienen capacidad económica para denunciar en sede judicial los abusos de las administraciones peperas?
 
     Las 320 tasas cospedalianas, los abusos sanitarios de los pajarracos madrileños o las nuevas tasas judiciales de Gallardón y sus "compis" de atraco, suman varios cientos de razones más para secundar la huelga general del día 14.

1 comentario:

  1. Las gaviotas, los pajarracos y los pajarroucos están sangrándonos. Una sangría en toda regla, pero no hecha con bisturí, no, nos sangran con sanguijuelas que engordan y engordan... y todas tienen nombre y apellidos.

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