domingo, 11 de marzo de 2018

HiPPocresía cromática

     Cualquiera que sepa un poco de historia sabe que el progreso sería imposible sin la figura femenina. - Karl Marx.


     Sin duda esta semana, el color morado ha predominado a lo largo y ancho de nuestro planeta. Monumentos, organismos oficiales y personas, se han vestido de morado para celebrar la semana de la mujer, que culminó el jueves día 8 con la histórica huelga feminista y las masivas manifestaciones por la igualdad real, en las principales ciudades del mundo y en mas de 120 ciudades y pueblos de España. La convocatoria realizada en más de 160 países, en nuestro país fue apoyada desde el minuto uno por los partidos de la izquierda, algo que provocó la habitual urticaria en la rancia derecha española representada por los indecentes PPajarracos y también en la neo-derecha naranja de el oportunista Rivera. Que si es la huelga de Podemos, que si hay que trabajar más y hacer huelga a la japonesa, que si la situación de la mujer en España no es tan mala y la huelga no va a tener ninguna repercusión... En definitiva, los desprecios habituales que desde la mafia de la gaviota vierten contra cualquier protesta y que a pesar del tono paternalista, no ocultaban que en la banda genovesa estaban amarillos de ira.


     Según iban avanzando los días, la ilusión por las movilizaciones y el creciente apoyo a las mismas, fue provocando que el inicial amarillo de rabia se tornara en blanco de miedo. Comunicadoras, agricultoras, juezas, médicas, conductoras o profesoras, casi sin fisuras, apoyaban los paros y las movilizaciones. La ideología de las mujeres españolas se iba dejando a un lado en pro de la unidad, en sus justas reivindicaciones. Tal era el crecimiento de la ola feminista, que entre los PPajarracos, con más o menos éxito, iban modulando el discurso. Ya no había ninguneo y se hablaba de respeto, ya no se hacían comentarios peyorativos sobre las demandas feministas y se iban aceptando como necesarias, incluso M. Rajoy, en su semanal comparecencia en el caducó Senado, se desmarcó de la huelga a la japonesa que torpemente cacarearon la distante Ministra Tejerina y la siempre PPatosa Cifuentes. A partir de aquí, el color blanco de los asustados fascistas, iba adquiriendo tonos violáceos cada vez más fuertes, hasta que el día 8, M. Rajoy y la anti-feminista Cospedal, sorprendieron a propios y extraños, apareciendo en un acto del PP europeo con el lazo morado en la solapa. Con el color morado incorporado ya en su argumentario, comenzó el despiporre, maestros como son en casaPP en el arte de la usurpación. L@s PPajarrac@s se han querido poner las medallas de las reivindicaciones junto con la derecha de ciudadanos, buscando el voto femenino. Son ellos y nadie más los que dicen hacer algo por la igualdad, M. Rajoy quiere reunirse con las explotadas "kellys" e incluso, el más fascista y repulsivo de todos, Rafael Hernando, a llegado a manifestarse abiertamente feminista. ¡¡Con dos cojones!! O... ¿Debería decir ovarios?

     Como habréis comprobado estos días, la hipocresía de la derecha española no tiene límites. A Rajoy y a sus corruPPtos lamecu!os, todo les vale con tal de llevarse un voto a la urna y seguir mangoneando los recursos públicos. En Génova 13, son más de los anuncios de Fundador y Malboro, pero si para estar en la pomada hay que reivindicar un matriarcado, se reivindica con un vergonzante desahogo. Tanta hiPPocresía, tanto discurso contradictorio, tanto vaivén y postureo en función de los votos, a la mayoría, nos pone rojos de vergüenza.

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