EmPPresarios

     Cada vez que alguno de nuestros más importantes empresarios se ve salpicado por algún escándalo, raudos y veloces, los voceros del ultra-liberalismo económico esconden lo que pueden y defienden a esos empresarios con su ya machacona frase: "no todos los empresarios son iguales". La frasecita ha servido para aislar a CEOE o CEPYME de los presuntos delitos cometidos por Díaz Ferrán, para justificar oscuras donaciones al PP financiando supuestamente a la secta de forma ilegal o más recientemente, desvincular a las organizaciones empresariales y al gobierno de Madrid de la trama corruPPta de los cursos de formación, cursos que no se hacían y se cobraban.

 

 

     Pero algo ocurrió el domingo pasado que aún no he podido digerir. Arturo Fernández Álvarez, presidente saliente de CEIM, imputado por el saqueo de Bankia y auto-inculpado defraudador de la Seguridad Social, dado que reconoció haber pagado a sus empleados en negro, fue reelegido por más del 60% de los votos para seguir dirigiendo a los empresarios madrileños unos años más. ¿Alguien entendería que a un atracador como "el solitario" le votaran para dirigir la patronal de la banca...? Yo creo que no, o al menos lo creía, puesto que algo parecido es lo que ha ocurrido en la patronal madrileña. Los empresarios han votado al peor gestor posible, alguien cuya honradez a lo largo de los últimos años ha quedado en entredicho, razones por las que me atrevo a aseverar que sí, que la mayoría de los empresarios son iguales. Que ellos también lo harían, que en don Arturo ven el personaje perfecto para que, aprovechando su cercanía al PP, obtenga del gobierno de los pajarracos, al menos en Madrid, más concesiones en materia laboral que beneficien a los empleadores frente a los empleados una vez más.

 

     Lo peor de todo es que el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha respaldado a Fernández y lo ha justificado en una entrevista en la SER con un lacónico "a todos nos pasan cosas", frase que lo convierte en uno de esos empresarios iguales, gente miserable que sustentan un gobierno aún más miserable y que, según el último informe de Cáritas Europa, convierten a España en un país lleno de miseria.

 

     ¡No me extraña que a estos emPPresarios el gobierno siempre esté dispuesto a rescatarlos, administren autopistas o equipos de fútbol!