domingo, 13 de octubre de 2013

Su orgullo PPatrio

     En la semana de la fiesta nacional, me ha parecido adecuado reflexionar sobre las gaviotas y "su orgullo PPatrio", que no el de la mayoría. Aún siendo todos españoles, hay muchas y variadas formas de vivir la condición de español, sin necesidad de celebrar el 12 de octubre como día de la fiesta de la hispanidad, dado que en esta fecha, además de celebrar el descubrimiento de América, también se podría conmemorar el inicio del mayor genocidio de la historia de la humanidad. Una vez más, asesinatos en masa en nombre de Dios y de la civilización.

 
     Al margen de este recuerdo a las víctimas de la hispanidad, en este octubre, hay muchas cosas que nos imponen desde la secta genovesa y que no son precisamente para estar orgullosos. Comenzando por lo último, hoy mismo, dos ministros y varios pajarracos más, han asistido a la beatificación de 522 religiosos víctimas de la guerra civil. El opusiano Jorge Fernández y Fachardón. Este último, no ha perdido la oportunidad para dar un pequeño mitin sobre esta iniciativa que hace justicia cristiana. Evidentemente, en su perversa y estrecha mente, no había sitio para recordar a las otras víctimas de la guerra, las que quedaron enterradas en las cunetas tras ser asesinadas por los amigos y compañeros de gobierno del suegro de Fachardón.

     También esta semana, se ha aprobado la esPPañolizadora Ley Wert. Los pajarracos se han quedado solos con su Ley y con el desprecio del resto de grupos parlamentarios, que ya avisan que derogarán la Ley en cuanto el PP pierda la mayoría. La Ley, según todos los expertos, nos retrotrae a la última Ley de educación del franquismo. Favorece lo religioso y privado frente a lo laico y público. Legitima a los colegios que segregan a los alumnos por sexo y favorece la aparición de escuelas-gueto, dado que se harán públicos los resultados académicos de los centros. ¡Pura ideología! El gobierno solo se mostró receptivo con una enmienda del grupo popular: la posibilidad de donar suelo público para construir coles privados. ¿Nos cambiarán los parques por escuelas de ursulinas...? Todo es posible en esta EsPPaña.

     A nivel meramente anecdótico, aunque grave y ofensivo, estos días también hemos conocido hasta donde llega el desprecio del ministro Montoro por nuestro cine y nuestra cultura en general. Sin duda dice muy poco de la sensibilidad del repulsivo ministro de Hacienda, que sabrá mucho de números, pero que a buen seguro suspendería en un examen de cultura general. Con sus ataques ideológicos a nuestro cine, ataca a la tan defendida por ellos marca España, empujando con sus recortes e impuestos a que alguno de nuestros directores, actores o escritores, se exilien, como Buñuel o Alberti. ¿Por qué Montoro no sube el IVA del fútbol...? Poco orgulloso se puede estar de un país que elige a un gobierno que desprecia su teatro, cine o música, mientras pierde el tiempo en aprobar que los toros sean un bien de interés cultural.

     Seguramente, si algún simpatizante de las gaviotas lee esta entrada, me calificará de anti-patriota, pero como diría Rhett Butler en "Lo que el viento se llevó", francamente me importa un bledo.

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