Hoy se celebra, pues es para celebrar, el 41 aniversario de la muerte del asesino Franco, que abrió paso a el periodo actual de semi-democracia, en el que los que ahora gobiernan son herederos de los que sostenían el franquismo y que con leyes como la "Ley mordaza" buscan embridarnos como a aquellos españoles de los años de la dictadura. A estas alturas, ni el gobierno del PPresunto, ni su banda mafiosa con sede en Génova, 13 han condenado ni piensan condenar al dictador, e incluso alguno de los PPajarracos comienzan a insinuar que la guerra civil, comenzó antes del 36 por la debilidad de los gobiernos de la Republica.
41 años después de la muerte del criminal, existe en España una fundación sita en la céntrica calle Concha Espina N.- 11, que ensalza y reivindica la figura del execrable caudillo y de sus colaboradores. Esta fundación, recibe dinero público en forma de subvenciones, mientras que hace pocas fechas, ese mamarracho, siempre sosPPechoso, que con la traición del PPSOE ha llegado a presidente, se jactaba de no haber destinado ni un euro en aplicar la Ley de Memoria Histórica. ¿Alguien imagina una fundación así en algún país desarrollado...? En la admirada por Rajoy Alemania, el solo hecho de enaltecer el nazismo es un grave delito, pero en nuestra chusca España, nuestro deplorable gobierno da dinero para enaltecer a los criminales del dictarorial régimen. La presidencia de semejante desatino la detenta Carmen Franco Polo, hija del asesino y heredera de la gran fortuna robada a los españoles a sangre y fuego. El vicepresidente ejecutivo del engendro, es Jaime Alonso García, un ultra de la vieja guardia, cercano al Frente Nacional y al procesado pseudo-sindicato Manos Limpias. Se da la circunstancia que Jaime Alonso, ha sido el avalista para que el ladrón Mario Conde salga de la cárcel. En su faceta como abogado, el ultra Alonso representó a Manos Limpias en la querella que el sindicato presentó contra el juez Garzón. Para el tal Alonso, Franco "fusiló poco", palabras textuales de este rancio en una entrevista reciente que ha desatado la ira en twiter y con razón pues ya está bien que en este país se aplique la Ley antiterrorista a unos titiriteros que solo hacían su trabajo y se permita a gentuza como Alonso o Carmen Franco ensalzar la figura de unos genocidas con el dinero de todos, pero claro, hasta anteayer, hemos tenido un ministro que iba a meditar con su ángel Marcelo al Valle de los caídos.
El hecho de que en España se mantengan con dinero público chiringuitos que deberían ilegalizarse, convierten a Rajoy y sus corruPPtos correligionarios en cómplices de los genocidas. No me extraña que cuando algún alcalde decide retirar calles o símbolos franquistas en nuestra ciudades, a los PPajarracos les salga urticaria y es que son dignos representantes en el siglo XXI de los movimientos fascistas del siglo XX.
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