Toda España y en particular, la cuPPula del partido más corrupto de Europa, hemos asistido boquiabiertos a la versión libre de La Verbena de la Paloma que han puesto en escena en el PSOE. La Casta, interpretada por Verónica Pérez, la Susana que se interpreta a si misma, ambas del brazo de un acomodado Don Hilarión al que da vida Felipe González, asisten a una verbena en Ferraz, mientras les jalean coristas de dudosa valía como Vara, Paje o Abel Caballero. Un espectáculo grotesco, más propio del teatro chino de Manolita Chen, que de un coliseo de primera. Tras el mediocre vodevil, el público decepcionado volvió a sus quehaceres, sabedores que actores como Pedro Sánchez y Gusana Díaz ya no podrán seguir en este sainete en el que se ha convertido la política española.
Desde que en 2014 Sánchez ganara las primarías, para recomponer un partido herido por la crisis y rematado por Rubalcaba, a Pedro no le dejaron volar solo. Siempre tutelado por la PPajarraca andaluza y sus PPolluelos de diversa procedencia. Siempre sintiendo el aliento de el de la cal viva y sus eternos ex-barones, que por nada del mundo quieren perder sus oligárquicos privilegios. Sánchez ha sido víctima de su propia ambición e inexperiencia, pues desde el minuto uno, sus ayer verdugos, le consideraron un líder de transición para preparar el camino a la elegida del viejo aparato. Sus intenciones de liderar un gobierno de cambio nunca gustaron y entraron en pánico cuando en las últimas semanas Pedro flirteó con la izquierda auténtica, representada por Unidos Podemos. Para que cambiar nada si a los parásitos de la rosa les va de puta madre así. Con el acercamiento de Sánchez a Iglesias, peligraba el orden establecido, esto es la alternancia en el poder entre la derecha PSOE y la ultraderecha PP. Sus rentables puertas giratorias y sus sueldazos vitalicios podían desaparecer, la supervivencia de PRISA y Cebrián se tambaleaban y el futuro judicial de los corruptos de la casa se tornaba muy negro. Demasiados cambios para esa caterva de burgueses progres que se aglutinan bajo las siglas PSOE. Con todo esto y parafraseando a Gusana Díaz, "por el bien de España" habia que decaPPitar a Pedro Sánchez y lo hicieron ayer en ejecución pública. Ahora para el nuevo PSOE, que al fin y al cabo es el de siempre, todo está bien y Rajoy, sus recortes o su latrocinio son males menores.
Tras el despropósito que ha supuesto la inmolación del PSOE por su ala fundamentalista, solo me queda felicitar a PRISA, Vocento y a A3 Media por el éxito de su intoxicación periodística y por supuesto al peor PPresidente de la historia de España. Sr. Rajoy Brey, sin mover un dedo, usted y oscuros poderes fácticos, han conseguido la gran coalición. Por último, me gustaría advertir a la cacique andaluza que España no es Andalucía. Allí abajo a Susi, le brindan ovaciones de minutos al estilo PPajarraco con su líder, pero en el resto del país la podemos correr a gorrazos. Querida Gusana, tú y tus soldados soys casta y de la PPeor.
R.I.P PSOE.
Muy duro, pero muy cierto... Grotesco espectáculo de los Vara, Page y etcétera, mediocres donde los haya, anclados en una política mínima. Ayer, daba bastante asco escuchar a Abel Caballero alardear de sus porcentajes de voto reclamándolos para el resto del estado como coartada para la cacería perpetrada de Pedro Sánchez. Cualquier análisis político de la realidad que excluya la irrupción de Podemos en el panorama es anecdótico y banal, propio de un trilero de segunda, máxime si se utiliza para tapar las vergüenzas de los propios y mentecatos actos derechistas. Lo dicho, grotesco e inaudito. Ahora todos quieren "coser", pero creo que lo oportuno sería ir tomando medidas para hacerse un traje nuevo.
ResponderEliminarAl final todo queda en una lucha de poder para seguir controlando el partido, sin leer correctamente el nuevo pluralismo político en España y como tú dices, Abel Caballero, es un ejemplo de esa cerrazón. Un cacique de los de antes que da grima. No haría falta coser nada, si algunos no hubieran dejado el PSOE hecho jirones.
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