Por primera vez en este país y enmarcado en la campaña electoral de las generales más importantes de nuestra corta democracia, el grupo A3Media propuso a los cuatro principales partidos un debate entre sus candidatos a la Presidencia del Gobierno. Los sagaces Iglesias y Rivera, respondieron favorablemente casi en el acto, el PSOE en nombre de Sánchez, aceptó unas horas después, pero los PPajarracos tardaron semanas en dar el sí quiero. Una vez aceptado el reto, entre todos negociaron la fecha, el 7 de diciembre y es en este momento cuando desde la secta de la gaviota dieron el campanazo. A debatir irá ViceSoraya, dado que según ellos, el PPresi tiene una agenda muy apretada y solo podrá debatir en el pactado y encorsetado cara a cara con el sociata de turno, puesto que, además de esa agenda, el bobo tiene muchas obligaciones como Presidente y parece que también como comentarista deportivo. ¡Dale Mariano!
Tras esta versión oficial de los dirigentes de la secta y las dificultades para defenderla, podemos intuir que la verdad de la espantada de Rajoy, tiene mucho que ver con su incapacidad para improvisar un discurso medianamente coherente en un debate a pelo. Después de lo del plato, el vaso o su lío con la nacionalidad de los catalanes, en #CasaPP no se fían de su candidato y prefieren no correr riesgos. Los PPajarracos saben que su líder no le llega ni a la suela de los zapatos a ninguno de los otros candidatos y que en un debate a cuatro, Rajoy puede quedar en ridículo más de una vez, sabedores de que Mariano sólo salva los muebles y no siempre, en discurso leídos o en respuestas a preguntas preparadas. Con todo esto, los genoveses han preferido aguantar los chistes sobre la cobardía del PPresi, que abandonarlo a merced de Pablo, Pedro y Albert. Tras el día 7, llegará el 8 y los peperos pondrán en marcha a RTVE, La Razón o ABC para desactivar el malestar por el PPlantón de su candidato, proclamarán la victoria de la Vice sobre sus tres contrincantes y se centrarán en el cara a cara que Rajoy, por supuesto, ganará a Sánchez unos días después.
Para la mayoría, la previsible negativa del PP y Rajoy a un debate a cuatro o cinco, pues pienso que Garzón también debería participar, confirma el carácter dudosamente democrático del PPartido PPatraña, pero sobre todo pone de manifiesto que ni Rajoy por incapaz, ni su partido por cómplice, merecen ni un solo voto de los españoles. Creo que, por respeto a sus votantes, el PP debería de nombrar candidata a la come-marrones Soraya y espero que, tras su patética aparición en El Larguero, el ridículo líder popular al menos se divierta con el camPPechano Bertín.
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