PPenitencias

     En una semana como ésta, entre los llantos de unos por quedarse sin procesión y las arengas desde los púlpitos de otros, advirtiéndonos del infierno, cualquier español puede pensar qué hemos hecho de malo para merecer la penitencia impuesta por los pajarracos. E incluso, los más dramáticos, identificar el infierno con la legislatura de Rajoy, que rodeado de diablesas pías, nos hacen la vida imposible.

 

 

     Pero teniendo en cuenta el dicho de que a cada cerdo le llega su San Martín y convencido de que si algo sobra en Génova son cerdos, a los pajarracos les ha llegado la hora de la penitencia. Una de estas penitencias que les está imponiendo el pueblo y de la que se está hablando mucho es el escrache, esto es, identificar, señalar e incomodar a esos políticos de la secta que, siguiendo las órdenes de las gaviotas supremas, se han reído una vez más de los ciudadanos cuando aceptaron la ILP sobre dación en pago ante la presión ciudadana, para ahora rechazar todas y cada una de las propuestas de dicha ILP. El escrache, además, se está extendiendo como forma de protesta ante alcaldes, consejeros regionales y toda esa variedad de politicuchos que pelotean a sus líderes apoyando los recortes, mientras ellos viven a cuerpo de rey. A los miembros de las plataformas que están llevando a cabo el escrache se les está diciendo de todo. Incluso algunos ardorosos fascistas les están identificando con terroristas y violentos activistas de kale borroka, algo que, aparte de despreciable, se quiere utilizar para criminalizar a los que protestan y utilizar el dinero de todos para que la policía haga las veces de guardaespaldas de los políticos peperos objeto del escrache.

 

     Hay una segunda penitencia que hasta ahora habían esquivado: el descrédito. El descrédito ya lo sufrían dentro del país, entre los ciudadanos y sus propios votantes, pero la altivez habitual  en Génova les hacía ignorarlo. Ahora han topado con Europa. Mientras aquí nos han ninguneado, ocultando corrupción y recortes ideológicos, en Europa esa estrategia no les sirve para defender su gran mentira sobre el déficit. Al igual que San Pedro, han negado tres veces. Pero la Unión Europea, lejos de callar, les ha tirado de las orejas otras tantas, para desvelar que los datos del déficit que anunciaron Rajoy y Montoro a bombo y platillo, son una burda manipulación de esas a las que el Partido Patraña ya nos tiene acostumbrados. En mover pagos y facturas de un año a otro a costa de contribuyentes y proveedores, los pajarracos son expertos. Sólo hay que recordar como en 2011 ocultaron los datos de las comunidades peperas al gobierno de ZP para luego inflarlos y así tener esa herencia con la que nos extorsionan. El principal ejemplo fue la arpía de la peineta. En diciembre de 2011, Mari Cospi casi triplicó los datos de déficit que había ofrecido en septiembre. Posteriormente se intuía que había inflado el dato, contabilizando en 2011 facturas que vencían en 2012, algo que además ahora utiliza para decir que ha cumplido con el objetivo fijado. Una falsedad más. Ni entonces el déficit era tanto, ni ahora es tan poco. Con todo esto, una vez más, tengo muchas preguntas:

 

 

- Tras la campaña iniciada por los pajarracos contra los miembros del la PAH y otras plataformas ciudadanas que defienden los derechos de todos, así como contra políticos de izquierdas que apoyan las protestas, ¿hasta dónde serán capaces de llegar los pajarracos? ¿Convertirán en delito las legítimas protestas bajo leyes que sus padres y abuelos llamaban "de vagos y maleantes"? ¿Blindarán aún más la cómoda vida de sus alcaldes, pajarracos regionales y políticos de primera línea? Ya vemos como los peperos dan la espalda a todos y a todo, manteniendo su gran nivel de vida, ¿pero de verdad es lícito utilizar a las fuerzas de seguridad para defender ese nivel, lanzándolos contra los ciudadanos a los que están dejando en la miseria? ¿Podríamos estar hablando de un nuevo sistema feudal del siglo XXI?

 

- Una vez confirmado el engaño sobre el déficit, Rajoy se ha apresurado a pedir más tiempo para cumplir las exigencias europeas. Además, las nuevas previsiones publicadas por diversos organismos así como por el Banco de España, obligan a Rajoy a rectificar las previsiones del gobierno para 2013 a peor. ¿Hasta dónde llegará el índice del paro? ¿Cuánto vamos a decrecer este año? ¿Será 2013 peor que 2012? ¿Qué precio pagaremos los ciudadanos por la desfachatez del gobierno tras falsear los datos? ¿Nos castigará aún más la troika tras ser acusada por los de la secta de la gaviota de cambiar los criterios de cálculo a sabiendas de que mentían? ¿A qué espera Mariano para dimitir a Cristobal? O mejor, ¿a qué espera Ángela para dimitir a Mariano? Todos ganaríamos, incluso Ángela, que a buen seguro, en las cumbres europeas, tendría que besar a alguien con un aspecto más agradable.