PPopulismo de mansión

     Durante largos meses antes del 20 de noviembre asistimos a una escalada de populismo por parte de los pajarracos. Todo valía para zancadillear al anterior gobierno. Guiños a los trabajadores, a los inmigrantes, a los dependientes, etc. Baños de multitudes, tras los cuales los de la secta volvían a su opulenta vida en sus mansiones, lavándose bien las manos, pues quizá se la habían estrechado a un albañil de color. Pero dos pajarracas han sido especialmente activas en estas lides, cacareando en público lo que la gente quería oír y ridiculizando a buen seguro en privado a aquellos que por desconocimiento o por convecimiento, ponían sus esperanzas en manos del PP.

     La primera carroñera encarnaría perfectamente "El esperpento" de Valle Inclán. Es la lideresa de la boca grande, azote de los progresistas madrileños, consorte de noble e hiperactiva fascista de dudosas artes políticas. Antes de que el pájaro bobo ganara las elecciones se la podía ver en todas y cada una de las manifestaciones que la derecha más rancia española organizaba: contra el aborto, a favor de su exclusivo concepto de familia o, lo que es más grave, contra la política antiterrorista de ZP. Asquerosa era la imagen de complacencia ofrecida por esta urraca cuando ETA puso fin a la tregua con el atentado de la T-4. También la vimos muy activa contra la subida del IVA de 2010, encabezando una campaña con petición de firmas incluida. Ahora todo ha cambiado, satisfecha con los recortes y la nueva subida de IVA anunciada por Guindos. Según ella misma dice lo único que le afea a Rajoy es la escasez de recortes y la lentitud con que se están aplicando. Aún estando los de la gaviota en el poder, esta terrorista de lo público, sigue haciendo gala de un populismo sólo comparable a la Kirchner. Y entre su gente, sigue atacando a los que no le bailan el agua, llegando a denunciar a los que venden las camisetas verdes por la educación pública por negocio ilícito, siendo muy comprensiva con los negociantes de la Gürtel. Más recientemente la ha emprendido contra los sindicatos, a los que acusa de antiguos y de incendiar la calle, devaluando la marca España y dando una imagen parecida a Grecia. Lo terrible es que al final de cada día, esta fresca vuelve a su masión, en este caso palacete del centro de Madrid y duerme entre sábanas de seda tan tranquila.

     La segunda protagonista del post es una alumna aventajada de la anterior, pues fue consejera de uno de sus gobiernos. Se trata de la arpía de la peineta Mari Cospi, niña bien del barrio de Salamanca y que se caracteriza por su hipocresía y ambición, que la han llevado a controlar el poder en la secta genovesa. Si existiera el infierno, sería capaz de quitarle el puesto al mismísimo Lucifer. Llegó al poder hace casi un año sobre un carruaje de mentiras y se erigió en la la heroína de los obreros sin criterio, bautizando al PP como el partido de los trabajadores, a los que después, desde el gobierno regional, hundiría en la misería. Y desde su trono en Génova, los insulta. Para ayudar al bobo a ganar, hizo de todo, incluso acusar al PSOE de espionaje, acusaciones que en Ciudad Real le han valido una demanda admitida a trámite esta misma semana y que la sentará en el banquillo. Tras llegar los pajarracos a Moncloa ha llevado una doble estrategia. Una como secretaria general, defendiendo los recortes como líder populista. Este mismo sábado acusó a los socialistas de desear el hundimiento de España para sacar tajada. Y lo dice ella, que justificó el no del PP en 2010 a las medidas de Zapatero y que de no haber sido por CIU nos podría haber costado muy caro. Su segunda estrategia es como aspirante a pajarraca número uno, pues en la secta, de forma sibilina, está colocando a toda su gente de confianza en puestos claves, esperando el momento para quitarse de en medio al propio Rajoy. En este caso la pajarraca duerme en su piso de lujo en el centro de Madrid, a la espera de que acaben las obras de la suntuosa mansión que se construye en una elitista zona a las afueras de Toledo.

     Desde el asco que me producen estos dos despojos del Partido Patraña, me dispongo a vomitar algunas preguntas:

- Si como parece ser Mari Cospi no es capaz de demostrar sus acusaciones de espionaje ¿dimitirá o se escudará en la herencia recibida por Barreda, de la KGB soviética? ¿Se inhabilitará a la alcaldesa de Ciudad Real, otra de las acusadas, por el presunto delito de acoso laboral, razón por la que un trabajador del ayuntamiento contrató a los detectives?

- Defensora de la utilidad de la reforma laboral ¿qué explicación tiene la Cospi del tremendo incremento del paro en Castilla-La Mancha? 

- Esperanza Aguirre acusa a la izquierda y a los sindicatos de albotoradores y amigos de la algarada, pero...¿acaso ha abandonado ella la idea de manifestarse contra todo si vuelve el PSOE al poder? ¿Por qué desprecia tanto a los que discrepan?

LOS ERES DE LA NUEVA ERA

     El diario El Mundo presenta un ERE para despedir a la tercera parte de sus trabajadores: entre 195 y 220 despidos. La dirección de la empresa quiere que esté listo para el 7 de junio, afectando principalmente a las delegaciones provinciales, dejando además en la calle, en la redacción principal en Madrid, a 70 trabajadores. La generosa oferta de la empresa son 30 días por año trabajado. Una vergüenza.