PPerejiladas

     Definiremos así a las prácticas realizadas por los gobiernos del PP para desviar la atención de los problemas importantes surgidos de la mala gestión. Se trata de hacer patriotismo de hojalata y que, al igual que Franco, Aznar llevó a la práctica. Todos nos sonrojamos recordando el anuncio de un ridículo Federico Trillo sobre la invasión del islote Perejil, territorio que nadie sabía donde estaba, pero que el gobierno del innombrable utilizó para tapar sus miserias.

     Dado que el bobo Rajoy formó parte de aquél gobierno y a pesar de su mayoría absoluta, eso sí, propiciada por una nada equitativa ley electoral, ha debido pensar que ante la que nos está cayendo en las últimas semanas, no está de más utilizar la "técnica Perejil" para distraernos. Lo cual está llevando a su equipo a una deriva de patriotismo zafio, más propio de una banda de Latin Kings de Tegucigalpa, que de un gobierno serio.

     La primera perejilada de la era Rajoy, la protagonizó él mismo en vivo y en directo, cuando tras un consejo europeo y por su cuenta y riesgo, decidió modificar el objetivo de déficit español, fijándolo en un 5,8%. Esta decisión de Rajoy no gustó en absoluto a la Unión Europea y pocos días después, tras presentar Guindos las cuentas, la Comisión Europea rebajó la cifra al 5,3%.

     Los pajarracos basaron toda esta actuación en el disparatado déficit tras las mentiras de Zapatero, que ha dado lugar a eso de la herencia. Pero según pasan los meses, parece que más que el malvado ZP, son los malvados pajarracos regionales, pues en comunidades antes socialistas y ahora peperas, las cifras de déficit se inflaron. Así, la arpía Mari Cospi en Castilla-La Mancha, aparentemente ha imputado a 2011 facturas y gastos de 2012 y 2013, con el único fin de desacreditar a los socialistas. Y esta semana hemos sabido que Castilla-León, Valencia y Madrid habían falseado sus datos, disparatando aún más el déficit del Estado. Todo esto nos va a suponer una investigación de la Comisión Europea, que ya no se fía de nada que huela a España. Aún así, hay necios como Pons que en el congreso de Murcia culpan de nuevo a Zapatero de los incumplimientos en el déficit de las comunidades peperas.

     Otra perejilada se utilizó para desviar la atención sobre los macro-recortes llevados a cabo por los de la gaviota. Aprovechando hábilmente el "repsolazo" de la Kirchner (cacicada argentina para, en la misma línea, disimular la situación de su país), todo el gobierno de la secta se ha enrocado alrededor de la petrolera, con especial protagonismo por parte de los ministros Soria y Margallo. Las declaraciones de estos dos pajarracos fueron subiendo de tono, anunciando represalias y casi el fin del mundo. Al final todo quedó en una anulación de las compras de biocombustible y la respuesta desde Buenos Aires ha sido la prohibición de importar jamón ibérico, que alguno que otro desde Génova ha despachado con un "ellos se lo pierden". Pero los que pierden en realidad son los productores del jamón en particular y la ciudadanía en general, por el encarecimiento de los bienes que utilizan biodiesel argentino, pues el nuestro es mucho más caro.

     La última perejilada ha tenido lugar esta semana y viene de la mano de Gibraltar. Aún reconociendo lo anacrónico de la situación de este territorio, la actuación del gobierno no deja de ser una cortina de humo para ensalzar los valores de la patria, disimulando la desconfianza exterior en eso, en nuestra patria y su gobierno, que nos lleva al caos económico. Aunque para esto también hay salida: los pajarracos, haciendo más amigos, echan la culpa a Grecia.

     Aprovechando el viaje del príncipe Eduardo al peñón y la prohibición para faenar en sus aguas a los pescadores de La Línea, el gobierno ha prohibido a la reina asistir al "Jubileo de Diamantes" de Isabel II. Ésto ha originado la reacción airada de los medios ingleses, elevando a la categoría de ridiculez la política exterior española. Si a ésto sumamos que Trillo es el embajador en Londres, cualquier día desayunamos con el cierre de la verja. Lo que el gobierno calla es que, sin previo aviso, España ha abandonado la mesa tripartita de negociación, aduciendo la ilegitimidad del gobierno gibraltareño como interlocutor.

     Y tras tantos condimentos para aderezar, de cara a la galería, el amargo sabor que están dejando la "prima" de Rajoy, la caída de la bolsa, las mentiras sobre el déficit y la falsedad de la banca, tengo varias preguntillas:

- Comenzando por el final y teniendo en cuenta la magnitud de los capitales evadidos en los últimos meses en España ¿por qué no se lucha en Europa por la abolición del estatus de Gibraltar como paraíso fiscal, en vez de tensar la relación con memeces que nos pueden traer más desgracias? Hay que recordar que muchos ciudadanos de La Línea podrían perder su empleo en Gibraltar como consecuencia de la nefasta actuación de los pajarracos.

- ¿Por qué se prohibe la visita de la reina a Londres y no la del rey a Botswana? ¿Acaso para el PP es más importante como socio comercial el país africano que Gran Bretaña?

- ¿Por qué el gobierno por pico de Guindos desautoriza a Hollande y dice que España saldrá sola de esta grave situación? El presidente francés sólo quiere ayudar con el fondo europeo creado para recapitalizar la banca ¿Acaso los de la gaviota buscan también el enfrentamiento con Francia actuando como lacayos de Merkel?

- Dadas la expropiaciones en Argentina y Bolivia ¿no sería mejor una ofensiva diplomática en términos de igualdad, que las amenazas desede el chovinismo colonialista?

    Espero que la política exterior del PP cambie, pues puede recibir las mismas críticas que Rajoy hacía a Zapatero como demuestra el siguiente audio de la SER (http://www.cadenaser.com/economia/audios/rajoy-culpo-gobierno-argelia-liquido-proyectos-repsol-gas-natural-archivo/csrcsrpor/20120416csrcsreco_2/Aes/).

LOS ERES DE LA NUEVA ERA

     La dirección de la empresa Negarra, ubicada en Igorre y dedicada a la fabricación de chimeneas y termos eléctricos, ha presentado un ERE para prescindir de 59 empleados, un tercio de la plantilla, acogiendose a la reforma laboral del PP. Los afectados son la mayoría de los trabajadores con más antigüedad, a los que indemnizarán, conforme a ley, con 20 días por año y un máximo de 12 mensualidades, tras argumentar la empresa motivos económicos.