Por fin ha llegado el 20D y por desgracia hemos podido constatar lo gravemente enferma que está una parte de nuestra sociedad. Vecinos, compañeros, familiares, simples conocidos y así hasta unos siete millones de votantes, han confiado las vidas de todos a una organización, hasta ahora delictiva, llamada Partido Popular y digo hasta ahora, porque a partir de este momento nos hartaremos de oír lo de que "los ciudadanos han hablado y nos perdonan", "los votantes nos han juzgado y han visto que el PP es un partido de fiar", etc. Esos mantras que tanto hemos oído de los PPajarracos en Madrid o Valencia en los últimos años y que convierten a nuestro país en una ridícula anomalía dentro del mundo civilizado.
Los casos Bárcenas o Gürtel, el saqueo en Valencia, Alicante o Castellón, el caso de las eólicas en Castilla y León, la PPúnica, el ático de Ignacio o las autopistas madrileñas, los "trabajitos" de diPPutados como Martínez Pujalte, Agustín Conde, De la Serna o el embajador Arístegui, que se sepa, la ruina de Caja Madrid - Bankia, financiación ilegal y pagos en negro en practicamente todos los PP de España... Así podríamos estar 100 años. A los peperillos ni siquiera les importa que los cuidados del nonagenario padre de Rajoy se hayan estado pagando con el DINERO PÚBLICO destinado al presupuesto de Moncloa, mientras el Gobierno del "indecente" deja morir a los dependientes de todo el país y que el SuPPremo exonere al "indecente" de sentarse en el banquillo por esta malversación de fondos públicos, ante la denuncia del Defensor del paciente.
Todo esto denota que en España todavía hay muchos cuya cultura democrática es nula, por analfabetismo estructural o simplemente porque se fomenta desde la sede de la gaviota más cercana. Gentes que todavía ponen el "Don" delante del nombre del cacique de turno y ven normal que se queden con dinero del pueblo. 7 millones de cómplices necesarios para cometer un delito, voluntarios o involuntarios, pero en definitiva unos 7 millones de sicarios al servicio de los caPPos de la banda, tan indecentes como Rajoy.
Con este panorama, quizás este llegando el momento de abandonar esta mierda de país y pedir el estatuto de refugiado en Francia o Portugal. Suerte y felicidades a todos los ciudadanos que sí son decentes y no han votado al PP.
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