En los últimos días y a raíz de la aprobación "in extremis" de la ampliación del techo de endeudamiento en Estados Unidos, hemos vuelto a oir hablar, y mucho, del Tea Party, corriente neoconservadora, rayando la extrema derecha, con fuertes convicciones religiosas, rayando el fundamentalismo y defensa de los valores patrios, rayando la estupidez.
Una de las principales cabezas visibles de este movimiento es Sarah Palin, ex-gobernadora de Alaska y aspirante a vicepresidenta en las últimas elecciones americanas de la mano de McCain, candidato republicano. Esta señora defiende cosas tan peregrinas como reducir impuestos, empezando por las grandes fortunas, limitar el crecimiento del gasto federal a costa de ayudas sociales y sanitarias, política energética autorizando la explotación del petróleo del Círculo Polar Ártico, posesión de armas para la legítima defensa e incluso es antievolucionista, es decir, que Darwin se equivocó y en realidad a todos nos parió Eva, la de Adán y sin epidural.
Pues bien, tras esta introducción y analizando a algunos de nuestros pajarracos, podemos ver cómo este Tea Party ha saltado el Atlántico y se ha instalado en el mismísimo centro de Madrid, concretamente en la calle Génova. Ya en octubre de 2010, la lideresa de boca grande, nuestra pajarraca Esperanza Aguirre, coqueteaba con el movimiento ultra asumiendo que estaba de acuerdo con muchas de las políticas del Tea Party en Los Desayunos de TVE, haciendo temblar la estrategia pepera, pues aunque la mayoría de los pajarracos están de acuerdo con estas tesis, no pueden decirlo en público antes de llegar al poder.
Al margen de la esperpéntica Esperanza, sólo hay que rascar un poquito para ver que la secta de la gaviota está muy próxima a este movimiento ultraconservador. El PP se nutre y en buena medida está dominado por las ideas que emanan del GEES (Grupo de Estudios Estratégicos), fundado por Rafael L. Bardají (este tiene nombre de pájaro exótico: "Me he comprado un bardají en la Guayana francesa"), persona muy cercana al innombrable y también se nutre de la FAES (Fundación para el Análisis y Estudios Sociales), presidida por el innombrable y cuya vicepresidenta es, ni más ni menos, que mi gaviotilla Mª Cospi, más conocida ya como "Morosita de La Mancha", pues en la región no paga a nadie, eso sí, en Golf Gualdamina (Costa del Sol), donde está veraneando, debe estar gastando una fortuna.
Tanto GEES como FAES, abrazan con sus alas las políticas ultras del Tea Party, apoyados además por algunos grupos de comunicación como la COPE, radio de los "cuervobispos" y el Grupo Intereconomía, grupo editorial que haría santos a Franco, Hitler y demás dictadores fascistas.
Después de tanta información nauseabunda sobre tan nauseabunda gente, tengo como siempre varias preguntas:
- ¿Aspira Esperanza Aguirre a ser la Sarah Palin española?.
- ¿Podrá el pájaro bobo, Rajoy, quedarse al margen de tan perniciosas políticas para los ciudadanos?. Teniendo en cuenta que es un ser pusilánime y muy manejable, dudo mucho que pueda gobernar enfrentándose un día sí y otro también a sus buitres y buitresas.
- Y Mª Cospi, ¿tomará té o café en Guadalmina?. Y lo que es más importante ¿estará a gusto veraneando en los mismos lugares que la "peligrosa izquierdista" Michelle Obama?. Desde luego, en algunos sitios, dejan entrar a cualquiera, y lo digo por Michelle, no por la "sofisticada y maravillosa" Mª Cospi.
- Si en Castilla-La Mancha el nuevo director de la televisión pública es Nacho Villa, ex-director de informativos de la COPE, suponiendo que el pájaro bobo gane las elecciones, ¿será director de TVE Carlos Dávila, director de La Gaceta y destacado miembro de Intereconomía?.
- Y por último, ¿cómo celebraremos las fiestas los españoles?, ¿asistiremos a misa tras lo cual nuestros hijos harán carreras de sacos con cuidado de no estropear las tartas de manzana preparadas para el concurso por nuestras mujeres?, ¿acabaremos la fiesta cantando "Viva España" de Manolo Escobar, puesto que nuestro himno no tiene letra?.
Es lo malo de poder estar gobernados por "Spanish Cutres".
Aún no teniendo relación con el post de hoy, me gustaría saber qué puede pasar con determinadas leyes, mayoritariamente aprobadas, como la Ley de la Memoria Histórica, cuando los pajarracos se posen en el banco azul del congreso, en el otro banco ya llevan posado toda la vida. ¿Pasará como en Poyales del Hoyo? ¿o es Hoyales del Poyo?. Pena que no les cayera la enfermedad del alemán ese que no me acuerdo ahora como se llama. Así tendrían justificacion.
ResponderEliminarUn saludo.