Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota, otra es serlo - Sigmund Freud
Está claro que, como dice Rajoy, los extremistas de izquierdas somos unos tristes y unos cenizos. No es la primera vez que el bobo se molesta cuando en una entrevista le preguntan por la PPrecariedad laboral, por la PPobreza infantil o por la corruPPción que pudre su secta: "a ustedes solo les gusta hablar de lo malo" ha espetado alguna vez el bobo a algún periodista incómodo y lleva razón el presi. En esta España, donde atamos los perros con longanizas y en la que somos casi tan felices como los habitantes de Bután, deberíamos hablar de lo que a él le gusta: la final de la Champions, el triunfo de la nueva residente suiza Garbiñe Muguruza o de la visita de Obama. Cositas, que aunque no alivian el hambre, son chachi PPirulis.
En esta campaña, los PPajarracos han decidido apostar por la positividad rajoyana. Ya que tienen que tragarse el sapo de mantener a la joya como candidato, habrá que seguir sus directrices y quizás por esto el lema es "A favor" y presentaron la camPPaña a ritmo de merengue. Para mantener las expectativas que les dan las encuestas, en la banda han decidido proteger al líder al máximo, quemando a sus cargos intermedios en los foros más difíciles. Salvo el ineludible y siempre imprevisible debate a cuatro, a Rajoy le van a pasear lo justito, básicamentente en provincias donde se juegan un escaño como Alicante, Teruel o Ciudad Real. Algunos mítines en las provincias mayores, también en Galicia y ciertas entrevistas muy bien pactadas. Algo novedoso será su aparición en El Hormiguero, una actividad de riesgo, sobre todo para Pablo Motos. ¿Qué puede hacre Motos con Rajoy...? Poca cosa, no baila, no toca la guitarra, no juega al baloncesto... El presi es muy básico, sabe de fútbol y poco más, así que como Motos no le ponga a pegar sellos de correos con su gran lengua, poca interactuación habrá. Poco más va a dar de sí la camPPaña de Rajoy, hay que cuidar al jefe dada su fragilidad intelectual y su apatía innata. Para hablar de Barberá o los contratos de tres horas semanales con los que maquillan las cifras de PParo, ya están Levi, Maroto, Maillo y el delfín de Aznar, Casado, que esta semana en La Sexta se atrevió a decir que mejor tres horas que nada. ¿RePPugnante, verdad...?
Como veis todo está dispuesto para que el bobo no repita errores como lo del alcalde, los españoles muy españoles o lo de las máquinas. Lo pasearán por parte del PPaís de las hadas a modo de rogativa y en una urna, como la mano incorrupta de Santa Teresa o la cabeza de Santa Catalina de Siena. Su petición, una lluvia de votos que le hagan de nuevo Presidente. Nuestra obligación, que su incipiente sequía de sufragios se acentúe, acelerando su final político.
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